Un nuevo juego sirve para hacer nuevos amigos. O enemigos.
Pues eso, una nueva tienda abre cerca de la del abuelo de Yugi y todo este tomo se desarrolla allí, ya que le roban a Yugi el puzle milenario y éste tiene que jugar al juego inventado por el hijo del dueño de la nueva tienda (culebrón) para poder recuperarlo y con él al "Yugi oscuro"
Está bien (o muy bien) que el autor de un descanso a los combates de cartas para meter otro juego del mismo estilo con otras normas y elementos, aunque sólo sea un tomo y aunque sea menos interesante y profundo o emocionante que el juego principal en este manga.
Aunque tal y como acaba el manga, la nueva saga promete ser muy grande, recuperando el juego principal y recuperando el pasado el Yugi oscuro... ¿se enterará por fin que en la antigüedad fue un faraón?
Lo bueno: Un poco de aire fresco.
Lo peor: Que el aire fresco te parezca menos entretenido que el aire que estaba empezando a notarse viciado.
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