Un Zoo en invierno

Si hay alguien a quien amas... díselo claro


Lo primero que quiero decir es que me ha encantado. Hamaguchi, un joven menor de edad (en Japón) tiene un sueño desde pequeño: ser mangaka. Ahora (1966) trabaja en una empresa de 15 empleados en Kyoto. Y siendo fiel a su estilo, Taniguchi nos cuenta cómo vivía este chico en Kyoto, porqué se muda, qué hace donde vive después, lo que le cuesta ponerse a trabajar en su manga, quienes le ayudan y cómo, etc.  Todo ello en la primera persona del singular del pretérito (a veces perfecto y a veces imperfecto) del modo indicativo. Vamos, un slice of life como Dios manda de este autor.

Otro punto que hay que mencionar es el dibujo. O dibujazo. La única pega que le pongo es que a los protagonistas masculinos los hace todos casi casi clavados. Pero en cuanto a fondos y escenarios, es para quitarse el sombrero.

Y la edición es tremenda. Sobretodo las hojas, que son bien gorditas.

Recomendable. Tanto si te han gustado las anteriores obras publicadas de Jiro Taniguchi como si no y quieres probar. La verdad es que me ha sorprendido bastante y me ha enganchado la historia del protagonista, habiendo dejado aparcados lecturas que tenía empezadas para poder saber cómo acaba.

PD. El título me sorprende. La verdad es que sólo tiene razón de ser al principio de la historia (primer capítulo) luego ya no tiene absolutamente nada que ver. Me sorprende que le pusieran este nombre al manga.

1 comentarios:

Jesús T. chusetto dijo...

Te estás taniguchizando...

Bueno, la verdad es que yo también... pero yo saco sus mangas de la biblio... xD

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