¿La desbordante imaginación de un niño?
"Solitario y poseedor de una desbordante imaginación, Yuki Tachibana está convencido de que su escuela encierra un misterio: el cuarto piso, de acceso prohibido para los alumnos, está habitado por criaturas invisibles. Y su líder, Big Star, se muestra inquieto ante la irrupción de espíritus poco amigables. Semejante teoría, sumada a su extraño comportamiento, convierten a Yuki en objeto de burlas e incomprensión. Tan solo cuenta con la complicidad y la compañía del señor Ganz, conserje del colegio, de IQ, estudiante de cursos superiores que siempre cubre su cabeza con una caja de cartón, y de un nuevo compañero de clase llamado Makoto Suzuki, quien pronto se convertirá en su mejor amigo.
En GoGo Monster, Taiyô Matsumoto (Sunny, Tekkonkinkreet) vuelve a dejar patente su especial sensibilidad, combinando la tradición oriental con la influencia de la bande dessinée a través de un trazo inconfundible. Ganadora del premio especial de la Asociación Japonesa de mangakas en 2001 y nominada al premio al mejor dibujo en el Festival Internacional de Angoulême de 2006, esta obra explora los límites entre lo real y lo imaginario, especialmente difusos durante un período de nuestras vidas tan efímero como el eco de una armónica..."
Menudo cacho resumen nos hicieron los chicos de ECC.
A ver, tengo que empezar diciendo que es una obra MUY de Matsumoto. Ojo, NO, y repito, NO es apta para todos los públicos, y no por sus temas, si no por su forma y estilo de narrarla, junto con el dibujo, que ya sabemos cómo somos los lectores. Antes yo empezaría con Takemitsu Zamurai (Glénat/EDT) o Sunny (ECC) y más cuando este tomo es muy gordo y si no te gusta el autor, se puede hacer muy pesado.
Me ha encantado. Si te has leído otras obras del autor y te han gustado, ésta también lo hará. Por lo dicho anteriormente, por su forma de narrar, su dibujo (muy especial) que le dan ese espíritu a todas las obras de este mangaka. Si no has leído nada de él, es un poco arriesgado gastarte los 27€ que vale el tomo.
