Y si el anterior tomo es el que más me gustó, este ha sido el que menos. No me malinterpretéis, no es que no me haya gustado, es que me ha gustado menos que los anteriores. Eso si, la portada es la mejor de todas, la más bonita. Y es que Azuma cuida cada detalle de la ilustración. Me pasé unos cuantos minutos mirando la maleza de fuera de la casa, la esterilla que cuelga de la puerta, la caja de Yotsuba con los dibujos de ella y su padre, las pinturas tiradas por el suelo o la cáscara de la sandía en el plato al lado del ventilador y del agua. Una delicia.
PD Ya que hablamos de lo bien que dibuja, junto con Adachi y Urasawa, Azuma es el siguiente autor que hace que me meta tanto en el dibujo como para imaginarme qué temperatura hace, que hora del día es o qué olor inunda los escenarios que nos presenta. Que obra de arte, coño.
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