Subaru

Mamá, quiero bailar

Subaru es una niña que utiliza el baile como medio para 'escapar' de su vida. Su hermano está enfermo y ella va al hospital para bailar delante de él, para alegrarle... o lo que sea que quiera hacer ('mira, mira yo puedo hacer todas estas gilipolleces y tú no~~~, ¡chinchate!) Pero poco a poco y gracias a que se junta con explotadores de niños, se irá dando cuenta que no es que el baile sea su pasión, es que es su destino. Ella tiene un don, y tiene que explotarlo. A través de todo el manga, veremos como Subaru conseguirá llevar el baile un paso más allá, y veremos como intentará alcanzar la cumbre del éxito, aunque para ella, todo ésto es solamente la única forma que conoce de ganarse el pan de cada día.

Masahito Soda imprime una fuerza tremenda a la historia gracias a su dibujo. A priori puede parecer que el grafismo de este hombre es horrendo, pero una vez Subaru empieza a bailar 'de verdad', esa 'suciedad' se convierte en algo indispensable para que el mangaka transmita a los lectores lo que Subaru transmite a su público. Tremendo. Aunque a veces el manga es una flipada (pequeñita, no tanto como otras de otros conocidos mangas) es una obra bastante recomendable a poco que te llame el tema. Lástima que no veremos Moon por aquí, pues el final de este título es muy abrupto. Y ya de paso aprovecho para lamentarme porque tampoco veremos Capeta, pues si cuando la F1 estaba tan de moda no se atrevieron a traerlo, ahora mucho menos...