Fairy Tail #33 Elfman te toca a ti


Fairy Tail, uno de esos mangas que antes de tener el primer tomo recopilatorio publicado en Japón yo ya quería ver licenciada aquí... ese manga que me gustaba tanto y que al poco empecé a aborrecer porque no avanzaba (ni avanza) la historia nunca. Natsu puede estar buscando al dragón con el que vivió de pequeño (o conocer por qué desapareció) pero nunca vuelven a sacar el tema.

El caso, he cambiado el chip. Fairy Tail para mí no es un manga con historia, es un manga en el que aparecen diferentes personajes con diferentes poderes y que se dan de hostias y que sirve para entretenerse y relajarse. Y oye, así casi todos los tomos (y digo casi todos, porque algunos son un perdadero "puto coñazo") cumple con lo "prometido".

Y este tomo #33 no podía ser menos, porque Mashima se siente cómodo en este registro de estirar el chicle estirado. Así estamos, por tanto, frente a un tomo entretenido (a mí me ha gustado algo menos que el anterior) en el que se nos siguen planteando "misterios" y en el que por fin son otros personajes los que se lucen en sus páginas, como en este caso Elfman. Porque ¿de qué te sirve tener más de 4 docenas de personajes en activo si luego siempre usas a los 4 de siempre?

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