Así comienza... Gyo

Echaba de menos (MUCHO) tener en mis manos un nuevo trabajo de Junji Ito.

Es de esos autores fetiche que tenemos todos, que sin ser nada extrafamosos son conocidos. Sin tener obras hiperexitosas, son conocidas. Pero a ti te gustan. Eso me pasa a mí con este hombre desde que cayó en mi pc, Uzumaki, me lo leí y corriendo me lo compré de golpe, convirtiéndose en mis primeros mangas.

El caso, el título que en estos momentos nos ocupa es Gyo, una de sus últimas obras publicadas fuera de Japón y que creó en el 2002. En Okinawa está pasando al raro... empieza a oler algo... fuerte, y se han visto como una especie de animales muy rápidos por las calles. Pocos. Pero poco a poco se van viendo más y empieza a oler peor. Y es que resulta que esos animales salen del mar... y son peces con patas... ¿estaremos ante una plaga de algún pez mutante?¿y qué son esas patas si no son mutantes? ¿qué pasaría si... esas patas también las tuvieran peces menos... dóciles? ¿y... sólo los peces tienen esas patas, o habrá otros seres vivos que las puedan tener?

Como en todos los títulos de este señor, el mal rollito empieza desde la primera página. El dibujo tan característico, la forma de narrar todo poco a poco, lo desagradable que pueden resultar algunas viñetas... el shock viene con el primer manga de Ito que te lees, luego claro que no es igual, pero te recuerda como leías con asco y "temor" las primeras páginas. Por el manga en sí y por recordar aquello que sentí hace ya años, este manga me ha encantado. Ganas de leer la conclusión.

Lo bueno: Totalmente perturbador.

Lo peor: Si has leído más de este autor, el shock no es el mismo. Y no es su mejor obra.