Nuevamente, vuelve a arrancar el seinen de Takahashi. ¿Por qué se empeña en estos acelerones y parones en la velocidad de narración? Creo que voy pillándolo. En esta historia, los hechos no son lo importante, sino los personajes. Sho, que ha destacado siempre como el prota en segundo plano, es uno de los que... te da igual lo que le pase, la verdad. Gentaro, el protagonista secundario, se ha hecho con el puesto de protagonista por méritos propios (o por méritos de Takahashi) convirtiéndose en el personaje más carismático del título. Same, el gran olvidado, y Mozu, por el hecho de ser tía, sigue en un medio/primer plano, pero vamos, no destaca por nada ahora mismo. Pero al no tener una misión fija, sino que cada vez reciben un nuevo encargo, lo importante es ver cómo se ganan la vida en el lugar donde viven, cómo se relacionan entre ellos y con los demás... y, por supuesto, las acciones de Gen. El dibujo sigue siendo igual de bueno.
Menudas dos bestias han aparecido, Arara y Urara, y yo necesito verlas en acción. Menudo diseñazo se ha currado el mangaka (por eso lo utiliza doble)
1 comentarios:
A mí me está encantando, me gusta sobre todo como consigue plasmar la atmósfera oscura del momento y los diseños de los personajes, sobre todo Mozu y Gen (GASUUU!!!), si te está gustando espera a ver los siguientes tres tomos, una maravilla.
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