Era obvio, viendo que aún quedaban dos tomos, que con lo que pasaba en el tomo anterior la cosa no se iba a acabar "tan pronto". Y con la lectura de este penúltimo tomo la cosa queda clara: el mal no está vencido ni se rinde.
Y que Miki lo esté pasando mal por el hecho de tener que dejar a Ayumu o ir a salvar la vida a su padre... me parece un poco pillado por los pelos, y más después de ver lo mal que lo han pasado, el hecho de no verse en una temporada (y justo ahora, en los tiempos en los que estamos, que internet salva distancias) me parece un poco ridículo sufrir tanto por ello. Vete con tu padre que es mucho más serio e importante, y Ayumu lo entenderá. Esto no me parece tan interesante como el hecho de qué hará la perra de Manami, que es mala la hija puta como ella sola.
Llegando al final sólo puedo decir: COMPRAD ESTE MANGA.
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