Tomo 'de descanso' Y es que lo único de acción viene con la huida del batallón del Vaticano, batallón que se presenta como 'el enemigo' que persigue al protagonista y que aparecerá en los momentos más inoportunos y todo porque ellos no saben que el protagonista no es (tan) malo.
Después de tantas luchas, es de agradecer los siguientes capítulos: el regreso de Gatsu a donde está Kiasca. El motivo del viaje hacia ese lugar no es bueno, a Gatsu le anuncian que Kiasca está en peligro, y después de unas cuantas escenas en la que nos muestran el mundo en decadencia (millones de personas mueren por enfermedades. Incluso el rey que condenó a Griffith y que desató todo lo que ocurrió después, ha muerto) Gatsu llega junto a Erika, Rickelt y Godo, para que le reparen el espadón, la mano mecánica y las armaduras.
Pero la mejor escena del tomo llega a manos de Zodd el inmortal, el halcón que se apareció en sueños a toda la población en sueños, se aparece físicamente al monstruo y le hiere. Parece que el reencuentro entre Griffith, Kiasca y Gatsu no se hará esperar mucho... o si.
Y finalmente vemos qué ha hecho Kiasca en este tiempo desde que se 'escapó' y se nos presenta a la Inquisición. Que majos ellos... y que sangrientos, sádicos y crueles.
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