Tomo que da fin a la saga de los insectos y que tenía como única "razón de ser" la aparición del segundo Beherit, bicho que se come (literalmente) el extraño Caballero de la Calavera, ser del que tanto nos falta por conocer aun. En la lucha contra Rocine Gatsu hace gala de algo de humanidad (poca, pero algo) al evitar matar a Jil. Y Gatsu demuestra algo de debilidad (por fin, que desde el infierno no volvía esa sensación) al caer preso de los caballeros del Vaticano, pero no así cuando le 'torturan'
Interesante final que promete otra batalla contra demonios, pero que se quedará en eso, una promesa.
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